"¿Y si Pinola arranca antes?", fue el título de Ovación en su edición del jueves, después de que una alta fuente confiara que el defensor tenía ganas de hacer ya algunos minutos de fútbol en el amistoso de ayer ante Vélez. Y lo hizo. Fue el dato saliente de la lluviosa mañana en el Gigante en el que el equipo titular sufrió una nueva derrota. Fueron apenas 30 minutos (en el entretiempo ingresó Renzo Alfani en su lugar), pero que le sirvieron al defensor para empezar a meterse nuevamente en ritmo después de los 281 días de inactividad que le demandó la lesión en la tibia derecha (una fractura primero y una fisura después), con dos intervenciones quirúrgicas incluidas.
Había algunos indicios, pero su aparición resultó una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta la rapidez de la cancha producto de la lluvia, que podía provocar tranquilamente algún choque involuntario. Lo cierto es que minutos antes de las 9.30 comenzaron a salir los jugadores a la cancha y cuando Pinola pisó el césped del Gigante ya no había dudas de que iba a actuar para los titulares y desde el arranque, pese a ciertos reparos por parte del cuerpo técnico a los algunas voces por lo bajo hacían mención. Es que nadie quería correr riesgos, teniendo en cuenta lo que fue aquella lesión en una práctica (octubre de 2016), en pleno proceso de recuperación.
Lo primero que debe consignare es que el zaguero no sintió ningún tipo de molestias. El mismo se encargó de resaltarlo después del amistoso (ver aparte). Un gran punto a favor. Y si de aquí en más será así, sólo habrá que poner el foco en la puesta a punto futbolística, algo que indudablemente le llevará tiempo. No en vano Montero había dicho durante la semana que los centrales para arrancar ante Godoy Cruz iban a ser Martínez y Leguizamón (ayer tampoco jugaron juntos en el complemento porque allí ingresó Alfani).
Una lectura obligatoria: la reaparición de Pinola seguramente pondrá en jaque esa afirmación por parte del entrenador, más allá de que el propio Pinola entienda que aún le falta y que su intención es "no ilusionar" ni crear falsas expectativas, especialmente en los hinchas.
De cualquier forma, su participación en el amistoso de ayer no fue un dato más. Primero porque jugó para el equipo titular (tranquilamente lo pudo hacer con el alternativo). También porque todo lo que suceda, a favor y en contra, de la zaga central, genera una lectura especial para muchos.
Evaluarlo de manera exhaustiva en sus primeros minutos sería hasta un atrevimiento. Justamente porque fueron apenas un puñado de minutos después de 281 días de inactividad. Pero se pueden mencionar algunas de sus acciones. Tan sólo 45 segundos habían pasado cuando recibió la primera pelota y de zurda quiso jugar hacia el centro con José Leguizamón. La dejó corta y obligó a un esfuerzo por parte del paraguayo para que Mariano Pavone no encarara al gol. A partir de allí trató de ser el Pinola de siempre. Menos vehemente en sus intervenciones (algo lógico), pero intentando ordenar en todo momento. Gesticuló de manera permanente. Su primer cuerpo a cuerpo fue a los 5', cuando saltó a cabecear con Pavone. Peinó un pelotazo frontal a los 14' para que controlara el Ruso Rodríguez y no dejó dar vuelta a Pavone (19') cuando el delantero buscaba el mejor perfil para sacar el remate. También estuvo cerca del gol. El tiro libre de José Luis Fernández (26') lo encontró picando al vacío en el segundo palo y rematando de aire, aunque en soledad, de manera defectuosa. De allí la final de la primera etapa, que fue todo lo que jugó, tuvo dos buenos anticipos. Uno por derecha (a Delgadillo), cerca de la mitad de la cancha y otro por izquierda, en posición defensiva, aunque en su intento de despejar le dio más al suelo que a la pelota, que cayó en poder del rival.
Después, un segundo tiempo parado sobre la línea, al lado de Montero, recibiendo directivas de parte del entrenador.
Su día ya estaba hecho. Sin una salvada providencial, tampoco ninguna de aquellas trepadas maradonianas que solía protagonizar. Lo de esta vez fue todo mucho más terrenal para Pinola. Es que para hacer todas esas cosas primero hay un camino que debe recorrer para agarrar ritmo, pero sobre todo confianza. Nadie sabe que tan largo le resultará ese camino. Por lo pronto, ayer Pinola dio el primer paso.
"Me saqué el miedo y eso es lo más importante"
"Me saqué el miedo y eso es lo más importante", Javier Pinola exhibió su alegría por la vuelta a las canchas, aunque no haya sido un partido oficial. Pero fue un paso importante. "Me sentí muy bien y después de ocho meses de inactividad, volver a jugar es lo más lindo que hay", se sinceró el zaguero tras el amistoso de ayer ante Vélez, en el que jugó para el equipo titular los primeros 30 minutos (ver aparte).
"¿Qué título le pondrías a los diarios de mañana? Pinola vuelve?", fue una de la última consulta hacia el defensor. "Para ayudar", dijo. "¿Pero cuándo?", fue la repregunta. "esa es una pregunta para el técnico, ja", tiró antes de dar media vuelta y retirarse. Una muestra de la sensación de satisfacción que tenía.
"Absolutamente nada", respondió sobre si había sentido alguna molestia en la tibia. Y agregó: "Me siento bien porque trabajamos muy bien en la pretemporada. La pierna está bien y me saqué el miedo, que era lo más importante. A partir de ahora es mirar par adelante y disfrutar".
Durante la semana Montero había dicho que la zaga central para el reinicio del torneo iba a ser Martínez-Leguizamón. ¿Podrá hacerlo cambiar de opinión al técnico? "Lo voy a intentar, pero equivocado no está porque hace ocho meses que no juego. Recién hoy (ayer) sumé mis primeros 30 minutos en un amistoso, pero iré sumando minutos en estas dos semanas. El cuerpo técnico va a saber manejar los tiempos. Soy grande, pero no soy tonto. Tendremos que ir paso a paso para llegar a completar los 90 minutos", apuntó Pinola, quien advirtió que el timming es lo que "tengo que seguir mejorando. En las dos prácticas de fútbol en la semana noté que me costaba, pero es algo lógico. Hoy ya me sentí mejor y a medida que vaya sumando minutos voy a ir adquiriendo nuevamente se timming. Mi deseo es que en mi partido esté como cuando me lesioné. Igual no quiero ilusionar más de la cuenta".