"Creo que está buenísima la popularidad cuando uno sabe usarla, y la usa para causas buenas y nobles". Hernán Piquín hace años que decidió diversificar su carrera de bailarín sumándole cine y televisión, y desde hace seis años es una presencia destacada en el "Bailando", un espacio que le dio la posibilidad no solo de bailar sino de difundir su pasión por la danza. Por eso confía que su trabajo en el ciclo que conduce Marcelo Tinelli, además del disfrute personal, resulte en el descubrimiento de nuevos talentos y de paso cumplir con un objetivo solidario. Mientras, el artista continúa desarrollando su actividad específica fuera de la pantalla chica. En ese rol llegará a Rosario con su espectáculo "Entre boleros y tangos" que se presenta hoy, a las 20, en el teatro Fundación Astengo (Mitre 754).
El espectáculo incluye veintiséis canciones, entre los que se cuentan clásicos del dos por cuatro como "La Cumparsita", "Nostalgias" y "El día que me quieras", y del repertorio romántico como "Bésame mucho", "Algo contigo", "A mi manera" y "Contigo aprendí", entre otros. Piquín estará acompañado por su primera bailarina Diana Chorni y cuerpo de baile integrado por Osmar Odone, Sol Viviano, Sebastián Ripoll, Mariana Bojanich, Arturo Gutiérrez y Lola González, además del cantante Agustín Fuertes.
Piquín ya se había acercado al rock con otros espectáculos como "Freddie" y "Let it Be", en los que se enfocaba en la música de Freddie Mercury y Los Beatles, en tanto que el tango fue el eje en "Balada para mi muerte" y "Pasión tango" y "Pasional". Ahora es el turno del bolero, y según contó vía mail, el acercamiento a esos géneros no necesariamente deben responder a una cuestión generacional. "Además de ser una música muy bailable, con letras hermosas, ¿quién no bailó algún bolero o algún tango en su vida? Creo que le llega a la gente de distintas formas y en distintos momentos", afirmó.
Pero además, existe un elemento afectivo que lo une al bolero y al tango y que forma parte de su historia. "En estos géneros encuentro la posibilidad de seguir creciendo, interpretando y emocionándome con lo que hago. Y a esta música me unen momentos de mi infancia cuando mi mamá, los sábados o domingos, nos despertaba cantando algún tango o algún bolero", recordó el artista y dijo que con el espectáculo que trae a Rosario, la intención es "hacerle recordar al público momentos vividos por ellos".
Aunque su trabajo es reconocido desde hace décadas, cuando su nombre ocupaba un lugar destacado en los espectáculos de Julio Bocca y luego con sus propios shows, la popularidad de Piquín fue confirmada con su llegada al "Bailando". El ciclo que conduce Tinelli lo tiene como una de sus estrellas desde 2011. Si bien la televisión no era para él un medio extraño luego de su participación en la novela "Herencia de amor", en este caso contó que su interés excede lo personal, y según afirmó, uno de las razones que lo animan a sumarse a ese equipo es "las ganas de que la gente que tiene ganas de bailar se anime y quitar prejuicios de la cabeza".
En ese sentido recordó su propia experiencia y cómo la televisión influyó en su decisión de dedicarse a la danza. "Yo comencé a bailar por ver un programa en Canal 7 que se llamaba «Noches de gala». Eran funciones del teatro Colón que pasaban por el canal. Y yo le dije a mis padres «quiero hacer eso». Así que si llego a despertar en alguien las ganas que tuve yo en aquel momento, soy feliz".
Allí, su trabajo es sometido al escrutinio de un jurado, al cual dijo que escucha con atención. "Entiendo que es un reality, un show, así se llama el programa, «ShowMatch», «Bailando por un sueño». Tomo las críticas constructivas y trato de mejorar lo que piden o lo que ven que estoy flojo. Y bailo, que es algo que amo hacer y que disfruto y espero que a la gente que me ve le pase lo mismo, que disfrute y que se emocione".
Según contó, la difusión de la danza y ayudar a despertar la pasión por esa actividad fueron dos de los efectos más satisfactorios de su carrera. "Mucha gente se me acerca en la calle o en los teatros y me dice que gracias a mí se animaron y comenzaron a bailar, y eso me hace inmensamente feliz", contó. "Creo que está buenísima la popularidad cuando uno sabe usarla y la usa para causas buenas y nobles", afirmó.
De "Aniceto", la última película que dirigió Leonardo Favio en 2008, cuatro años antes de fallecer y que él protagonizó, dijo que conserva "miles" de recuerdos y destacó a Favio como "un ser único, amoroso, gentil, todo lo pedía por favor". "Fue un hermoso momento y estoy agradecido a la vida una vez más por regalarme estas cosas hermosas", recordó y aseguró que no descarta regresar a la ficción, tanto en cine como en televisión como ya lo hizo en "Herencia de amor".