La localidad de Alvarez fue una de las mas afectadas por el temporal que anteanoche azotó el sur de la provincia. En algunas casas, el agua alcanzó una altura que rondaba el metro. "Fue peor que la inundación de 1985", dijo un vecino que recordó una copiosa tormenta en esa localidad. Ayer, el agua empezó a entrar en las viviendas cerca de la una de la madrugada y continuó avanzando hasta las 6. Los vecinos dicen que el agua que viene de los desagües de los campos más altos, sumada a la falta de infraestructura, llevó a que al menos a 80 personas fueran evacuadas, las cuales fueron regresando a sus hogares a lo largo del día. Además, apuntaron contra la comuna: recién a las 9 de ayer avisaron de la situación a los rescatistas y a las 15 les acercaron bolsas con arena para frenar el ingreso del agua que hacía horas había parado de caer.
"Al menos una vez al año esta zona se inunda pero el agua no suele entrar en las casas", rememora Gustavo, de 40 años, quien desde las 00.30 del lunes batallaba para que el agua no entrara en la vivienda de su mamá, ubicada sobre la avenida San Martín. Más de 17 horas después, Gustavo batallaba con una bomba para terminar de sacar del living todo el agua que más temprano no había conseguido frenar. Los sillones habían llegado a flotar. La familia de Gustavo vive en el barrio El Gaucho, al sudeste de la vía que divide en dos a Alvarez, localidad ubicada a uno 20 kilómetros de Rosario. "Es el más viejo del pueblo y el que en peores condiciones está", asegura.
"Lo que la gente se ganó rompiéndose el lomo lo pierde en un rato", se lamenta Gustavo y consuela a su madre, Olga, que lagrimea. En la zona de Alvarez cayeron alrededor de 200 milímetros. El agua ingresó a las viviendas ubicadas en los terrenos más bajos de la ciudad. Arruinó muebles, colchones, electrodomésticos. Los autos de Gustavo terminaron llenos de agua en asientos y motores. Muchos vecinos quedaron atrapados en sus casas y por eso debieron ser evacuados. "El problema con los gomones y los tractores que se usaron es que cuando pasaban hacían olas y el agua volvía a entrar en las casas", contó Aneley, una mujer de 35 años que ayer manguereaba su casa para sacar el barrial que había quedado en el fondo.
A la mujer de daban risa las bolsas con arena para colocar frente a las puertas que la comuna repartió entre los vecinos de la zona afectada cerca de las 15, cuando hacía horas que la lluvia había cesado y el agua había bajado bastante. Gustavo y otros vecinos remarcaron la misma situación y criticaron que, ante la prensa, el presidente comunal Guido Paz hubiera dicho que comenzaron a trabajar en las zonas afectadas a las 23.30, cuando en realidad no hubo respuestas hasta la mañana siguiente, cerca de las 9, cuando convocaron a los rescatistas.
Estela vive con Américo, su marido, y su hijo, en el sector que históricamente más agua recibe cada vez que Alvarez se inunda. Es la manzana 64 del barrio El Gaucho, y consta de viviendas precarias de ladrillo. Estela está operada de una pierna. Se desplaza en silla de ruedas y tiene la herida abierta. Cuando vieron que el agua subía, se comunicó con la comuna para que la sacaran de allí, porque temía que la herida se le infectara. "Me dijeron que subiera la pierna a una silla. Les hice caso, pero el agua tapó la silla. Recién hoy al mediodía me trasladaron al hospital", relata la mujer.
Problema estructural
El agua subió y pasó el metro. El pozo negro se rebalsó. "Estaba toda la casa llena de agua con mierda", se quejó Américo, que explicó que en 2011 esa zona también se inundó y perdieron los colchones, la heladera y el lavarropas. "Acá es donde primero se inunda porque estamos pegados al canal", dice.
Según los vecinos, los más afectados por la inundación son los que viven en la zona aledañas a la vía del tren, en las tierras mas bajas. Atribuyen lo que ocurre a dos problemas por los que llevan años reclamando soluciones. Uno es estructural: el canal no es lo suficientemente grande para contener todo el caudal de agua de la lluvia y la que reciben de los campos de las tierras más altas. Ese es el segundo problema: los campos ubicados al sur de Alvarez están en tierras más elevadas y sus dueños construyeron desagües para que sus plantaciones no se inunden. Estos desagotes dirigen el agua a tierras más bajas e inundan varios pueblos.