En un año en el que las mujeres cineastas vuelven a brillar por su ausencia en los Oscar, la alemana Maren Ade es una excepción. Con su aplaudida tragicomedia "Toni Erdmann" se sitúa entre las favoritas en las quinielas a la estatuilla de mejor película de habla no inglesa, un premio que Alemania no consigue desde hace diez años, cuando se lo llevó el drama "La vida de los otros".
Entre los fans de la cineasta en Hollywood, la única nominada en esta 89ª edición junto con la estadounidense Ava DuVernay (por el documental "13th"), figura nada menos que Jack Nicholson, que se propone protagonizar una eventual remake en la meca del cine. Ade, por ahora, no ha querido confirmarlo ni negarlo. Pero, ¿quién es realmente esta mujer?
Claramente, Ade no es de esas personas a las que les gustan los focos, ni siquiera durante las premieres o las ruedas de prensa. En lugar de eso, prefiere desviar la atención a su equipo y a los actores. Vive en Berlín junto con el cineasta Ulrich Kohler, con quien tiene dos hijos, e incluso en vísperas de los Oscar su agencia anunció hace semanas que no dará entrevistas.
Cofundadora de su productora Komplizen Films, Ade ha demostrado ser una gran observadora de las relaciones humanas, como ocurre en "Toni Erdmann". Sandra Hüller y Peter Simonischek encarnan a una hija y un padre que aparentemente no tienen nada que ver: ella es una ambiciosa empresaria y él, un profesor de música poco convencional. La película gira en torno a cómo se las arregla el padre para intentar recuperar la conexión con su hija.
El tema de la familia siempre le ha interesado, dijo Ade en entrevista con la agencia DPA con motivo del estreno del filme, el año pasado. "Ofrece muchas posibilidades de agresiones ocultas, pero también de anhelos". Eso no significa que el humor quede fuera, aunque en "Toni Erdmann" a veces sea tan negro que la inevitable carcajada se atraganta.
"Toni Erdmann" compite por el Oscar a mejor de habla no inglesa junto a otros cuatro filmes: con el drama bélico danés "Land of Mine", del director Martin Zandvliet, que se enmarca en la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania se rinde en 1945. Allí, en la costa occidental danesa comenzó la batalla de los jóvenes soldados alemanes que fueron obligados a retirar miles de minas plantadas en la arena por el ejército nazi. Zandvliet muestra el maltrato infligido a esos prisioneros, un oscuro episodio poco conocido.
Otra de las competidoras es la comedia dramática sueca "A Man Called Ove", de Hannes Holm. El filme relata la crisis Ove (Rolf Lassg†rd), de 59 años, un hombre que ha perdido la fe en todo el mundo, incluido en él mismo, hasta que su visión negativa del hombre y la sociedad es puesta a prueba por una familia que se muda a la casa de al lado.
Por otro lado, el drama romántico australiano "Tanna", de Bentley Dean y Martin Butler, se basa en hechos reales sobre un pueblo indígena, en la república de Vanuatu, un pequeño país que se encuentra en la Polinesia del Pacífico. La trama se centra en la historia del amor prohibido que surge entre una joven del poblado que se enamora del nieto del jefe de la tribu.
Ausencia polémica. La última en competencia es el drama "The Salesman", del director Asghar Farhadi, quien en 2011 se convirtió en el primer iraní en ganar un Oscar con su película "A Separation". Su nuevo filme narra el cambio de vida que deberán enfrentar Emad y Rana, quienes deben dejar su departamento en el centro de Teherán. En enero, después de que Trump emitió su decreto para restringir la entrada a Estados Unidos de personas de siete países de mayoría musulmana, el aclamado director dijo que no asistiría a los Oscar en protesta, incluso en el caso de que se hiciera una excepción en su caso. En su lugar, Farhadi enviará a dos representantes iraní-estadounidenses; Anousheh Ansari, famosa por ser la primera turista espacial, y el doctor Firouz Naderi, director de Exploración de Sistemas Solares en la NASA.